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Cómo crear un presupuesto personal: Guía paso a paso

1: Analiza tus ingresos

El primer paso para crear un presupuesto sólido es tener claridad sobre cuánto dinero realmente ingresas cada mes. Este paso parece sencillo, pero muchas personas no tienen una idea clara de sus ingresos netos (lo que realmente llega a su cuenta después de impuestos y deducciones) o de otras fuentes de ingresos adicionales.

Comienza por listar todas tus fuentes de ingresos mensuales, que pueden incluir:

  • Salario: Si eres empleado, anota tu salario mensual neto, es decir, el dinero que realmente recibes después de deducidos impuestos, seguridad social y otros descuentos.
  • Ingresos adicionales: Si tienes otras fuentes de ingreso, como trabajos freelance, ventas en línea, dividendos de inversiones o alquiler de propiedades, incluye estos en tu lista.
  • Bonos o comisiones: Si recibes pagos adicionales por desempeño, ventas o comisiones, estima cuánto recibes en promedio cada mes.
  • Ingresos pasivos: Si tienes ingresos provenientes de fuentes pasivas como rentas o intereses de inversiones, considera también estos montos.

Es importante ser lo más preciso posible en esta etapa. No olvides contabilizar los ingresos irregulares, como los pagos extra que puedas recibir, pero no dependas de ellos como fuente de ingresos regular para tu presupuesto. Esto te dará una visión más realista de lo que puedes gastar sin ponerte en una situación financiera incómoda.


Paso 2: Registra tus gastos

Una vez que tienes una visión clara de tus ingresos, el siguiente paso es registrar todos tus gastos. Aquí es donde realmente empieza a tomar forma tu presupuesto, ya que al saber cuánto gastas, podrás identificar áreas en las que puedes ahorrar o ajustar tus hábitos de consumo.

Los gastos personales se dividen principalmente en dos categorías: gastos fijos y gastos variables. Es fundamental que tomes en cuenta tanto los gastos necesarios como aquellos que pueden no ser tan urgentes, pero que aún así son parte de tu vida diaria.

Gastos fijos

Son aquellos que no varían mes a mes y suelen ser obligatorios. Estos son algunos ejemplos comunes:

  • Alquiler o hipoteca: El monto que pagas por tu vivienda.
  • Servicios públicos: El costo mensual de servicios como electricidad, agua, gas, y teléfono.
  • Seguro: Paga tus seguros de salud, automóvil, vida, hogar, etc. Algunos pueden ser mensuales, otros anuales, pero se debe prorratear el costo anual en tu presupuesto mensual.
  • Deudas y préstamos: Incluye pagos fijos de tarjetas de crédito, préstamos personales o créditos estudiantiles.
  • Transporte: Si tienes un pago mensual por automóvil (como financiamiento o leasing), también deberías incluirlo en esta categoría.

Al registrar tus gastos fijos, asegúrate de tener una lista completa de todos aquellos pagos que debes hacer de forma obligatoria cada mes. Estos gastos suelen ser más fáciles de controlar, pero también son los que determinan el nivel de tus finanzas.

Gastos variables

Los gastos variables son aquellos que pueden fluctuar mes a mes, dependiendo de tus decisiones y hábitos. Aquí es donde puedes tener más flexibilidad para ajustarlos según tus objetivos financieros. Ejemplos incluyen:

  • Alimentación: Compras de supermercado y comidas fuera de casa.
  • Entretenimiento: Salidas a restaurantes, cine, conciertos, viajes o actividades recreativas.
  • Ropa y productos personales: Gastos en ropa, cosméticos, productos de higiene, entre otros.
  • Educación y formación: Si estás tomando cursos, clases o pagando suscripciones de aprendizaje, incluye estos gastos.
  • Salud: Medicamentos, consultas médicas o seguro de salud adicional.
  • Gastos en tecnología: Suscripciones a plataformas de streaming, aplicaciones, internet, y otras tecnologías que uses a diario.

Lo importante al registrar estos gastos es que los seas lo más detallado posible. Si eres de los que tiende a gastar de forma impulsiva en ciertas categorías, como el entretenimiento o las compras, tener un desglose claro te ayudará a ser más consciente de esos hábitos y a identificar áreas donde puedas reducir el gasto.


Paso 3: Establece prioridades y ajusta tus gastos

Una vez que hayas registrado todos tus ingresos y gastos, es hora de comparar y hacer ajustes. Primero, asegúrate de que tus ingresos sean mayores que tus gastos. Si tus gastos superan tus ingresos, necesitarás reducir algunas de tus salidas, especialmente aquellas que no son esenciales.

Una buena forma de hacerlo es aplicar el principio 50/30/20 para tu presupuesto. Este modelo establece que:

  • El 50% de tus ingresos deben ir a tus necesidades básicas (gastos fijos y algunos gastos variables como comida y transporte).
  • El 30% debe destinarse a deseos (entretenimiento, actividades recreativas, ropa, etc.).
  • El 20% restante debe ahorrarse o invertirse para alcanzar tus metas a largo plazo (ahorro, fondo de emergencia, jubilación, etc.).

Controla tus finanzas y alcanza tus metas

Crear un presupuesto personal no es solo una cuestión de números; es una forma de tomar control de tu futuro financiero.

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